Estas formas no son psicoactivas porque no interactúan fácilmente con los receptores CB1 y CB2 del sistema endocannabinoide. Para que adquieran efectos psicoactivos, deben someterse a un proceso llamado descarboxilación.
Este proceso ocurre cuando se aplica calor, eliminando un grupo carboxilo y liberando CO2. Como resultado, los cannabinoides pasan de su forma ácida a su versión activa.